domingo, 8 de septiembre de 2013

Aquel árbol

El recuerdo de aquel árbol esponjoso , despierta en mi el deseo intenso de vivir. Me senté frente a sus ramas ardientes, donde se poso un viento huracanado que agito en mi un suspiro de quietud; Abrace el árbol por un instante, y empece a sentir la marea de la vida que flotaba por mi cuerpo. Cerré los ojos y de repente en la lejanía , un pájaro cantarín se acerco a mi hombro;Me dijo con dulce melodia : "libre eres como el viento, yo soy tu viento, vuela , vuela por tu sol de medianoche, y respira la vida en la inquietud incesante de recorrer las alas del amor y la libertad". Me sentía embelesado, todos mis sentidos al unisono absorbían el latir del extasis; abri los ojos y no vi ningun pajaro. comprendí en ese instante que aquella ave era mi corazón encarcelado, que al verme como abrazaba aquel arbol esponjoso, se sintio libre por un segundo, segundo que para mi olía a eternidad.